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Educación en Nicaragua
Recaudado
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62.00€
La misión de Fabretto es lograr que los niños, niñas, familias y comunidades de las áreas más desfavorecidas de Nicaragua mejoren sus oportunidades de futuro mediante programas de educación. Nuestra misión se logra a través de tres programas estratégicos: Educación Inicial, Educación Primaria y Educación Técnica Vocacional.
Los niños de Nicaragua son quienes más sufren los efectos de la pobreza: desnutrición, falta de acceso a la educación y por lo tanto imposibilidad de encontrar un empleo digno. En Fabretto llevamos más de 60 años ayudando a miles de niños a romper el círculo de la pobreza mediante programas de educación y nutrición. Hoy, la organización atiende a más de 40.000 niños, niñas y jóvenes en nueve centros educativos de Fabretto, y más de 450 escuelas públicas.
Con este proyecto queremos conseguir fondos para ofrecer una educación de calidad a niños de primaria que viven en el basurero "La Cruz" de Estelí en Nicaragua.
La Cruz es una comunidad pequeña y periurbana cerca del municipio de Estelí al Norte del país. Fue creada a partir de la necesidad de búsqueda de recursos en dónde muchos de sus habitantes, se asentaron con la esperanza de encontrar nuevas oportunidades.
Actualmente la comunidad vive en condiciones insalubres, con recursos mínimos o nulos sin existencia de tendido eléctrico, sistema de alcantarillado, agua potable y calles inundadas de lodo sin asfaltar. Las casas están construidas a base de madera y plástico. Algunas gozan de zinc para cubrir el techo, pero es una minoría.
En el ámbito económico sus fuentes de ingresos son bajos y con poca oferta laboral basada, principalmente, en trabajo en el vertedero, recolectando desechos sólidos para venderlos como material reciclado. También hay un porcentaje de padres que trabajan en las tabacaleras como obreros y otros en trabajos domésticos.

Llevar educación de calidad a niños y niñas de la comunidad de La Cruz en Estelí, Nicaragua.
La organización cuenta con programas propios que cumplen una doble función: por un lado, generar ingresos para los proyectos educativos y, por otro lado, suponen un factor de desarrollo y una salida laboral para los municipios en donde estos se encuentran.
Asimismo, Fabretto cuenta con la ayuda de otras instituciones internacionales y de un sistema de apadrinamiento que ha logrado mejorar la vida de más de 1.500 niños y niñas a nivel nacional. Asimismo, se trabaja siempre en los procesos de apropiación del proyecto con los principales beneficiarios y las comunidades para que sea un programa - en este caso - de los padres con niños en edad escolar y de la comunidad; que puedan gestionar sus propios recursos con el Ministerio de la Familia, el Ministerio de Salud y el Ministerio de Educación y con otros entes e iniciativas que puedan contribuir al mantenimiento del mismo.